19 de noviembre de 2013

Propuestas del Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA)

Propuestas del Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA)

Desde el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA) recogemos el guante que nos lanza el equipo del actual Rector de hacer propuestas que pueda incluir en su programa y presentamos el siguiente decálogo de forma pública con la intención de que puedan utilizarlo tanto el suyo cómo cualquier otro equipo que se presente a las elecciones. Con este breve documento constatamos que, a pesar de que nuestro colectivo es a menudo acusado de que no hacemos propuestas concretas con este fin, esto no es cierto, sino que lo que a menudo sucede es que nuestras propuestas tratan de ir siempre un poco más allá, pues defendemos un modelo de Universidad completamente distinto del actual. Nuestra propuesta es y será siempre la de una Universidad verdaderamente democrática, pública, gratuita, laica y de calidad. Por ello, esperemos que los viejos y nuevos candidatos a Rector o Rectora tengan a bien escuchar nuestras propuestas e incluirlas en su programa.
En primer lugar, no estaría de más que se llenasen de contenido democrático órganos como el Claustro o el Consejo de gobierno, a pesar de que la legislación vigente intente impedirlo por todos los medios ¿Cómo? Escuchando la voz de los alumnos y alumnas de la USAL a través de las asociaciones estudiantiles representadas en estos órganos. Esto implica respetar tácitamente las mayorías y no utilizar mecanismos que solo podemos definir como “juego sucio” para tratar de apartar una voz que la mayoría de las veces es crítica, como sucedió con la elección del representante de alumnos y alumnas en el Consejo Social de la Universidad.
En segundo lugar, permitiendo que la Universidad sea un espacio de diálogo, reflexión y crítica de la sociedad en la que vivimos, en la que también se hable de los problemas sociales que afectan a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, especialmente a sus jóvenes. Para ello el rectorado debe facilitar los actos que algunas asociaciones estudiantiles proponemos tales como charlas, conciertos, etc. sin ceder a los chantajes y las presiones políticas que estos actos puedan suscitar. La censura de la charla de “Alfon” es algo intolerable, así como un hecho sin precedentes en una Universidad democrática, y nos  oponemos tajantemente a que puedan volver a darse casos parecidos.  
En tercer lugar, atendiendo a estos motivos, el rectorado debe facilitar que los y las jóvenes puedan estudiar y compaginar sus estudios con otras actividades tales como el ocio, pero sobretodo el trabajo, teniendo en cuenta el encarecimiento de la matrícula en los últimos años, la reducción de becas y la difícil situación económica que atraviesan muchas familias trabajadoras. Aquí lanzamos algunas propuestas:
-          Estableciendo dos formas de evaluación dentro de la Convocatoria Ordinaria en las asignaturas de todos los Grados. La Resolución de 19 de noviembre 2009, de la Universidad de Salamanca, por la que se hacen públicas las Normas de permanencia de los/las estudiantes en la Universidad de Salamanca, obliga a los alumnos y alumnas que deseen continuar sus estudios académicos a matricularse, en primer lugar, de las asignaturas pendientes de forma obligada (Artículo 4º, sección A del documento). Sin embargo, los alumnos y alumnas encuentran generalmente dos impedimentos a la hora de cursar las asignaturas pendientes: incompatibilidad de horarios con otras asignaturas y sistema de evaluación continua. Proponemos que se obligue a los docentes a establecer un sistema dual de evaluación (presencial y no-presencial), de tal forma que aquellos alumnos y alumnas que tienen asignaturas pendientes puedan aprobarlas sin necesidad de tener que matricularse de nuevo en la asignatura con el encarecimiento que supone el pago de la tercera y siguientes matrículas. 
-          Suprimiendo  el nuevo gasto de matrícula y, a poder ser, con carácter retroactivo, que aparece con el nombre de “Gastos de Gestión Universitaria” y que encarece la misma en 50 euros (tanto en las matrículas de Grado como de Máster y Doctorado). Este gasto no revierte ni en nuestra formación ni en los accesorios que utilizamos como estudiantes de la USAL, ya sean laboratorios, prácticas, etc. por ello lo consideramos completamente innecesario.
-          Haciendo que el pago de la matrícula se fraccione entre 4 y 6 pagos. Tenemos conocimiento que instituciones como la Universitat de València ya lo hacen de esta forma, con lo que la excusa de que se trata de una cuestión administrativa de la entidad bancaria que lo gestiona no nos sirve. Asimismo, pedimos que en el fraccionamiento del pago se incluyan las matrículas de los doctorandos y doctorandas, teniendo en cuenta el incremento de las tasas para aquellos y aquellas matriculados en base a la última regulación.
En cuarto lugar, para conseguir que la Universidad sea más transparente, como característica elemental de las democracias, algo que en la actualidad parece estar completamente olvidado en la gestión de las instituciones del Estado español, queremos mayor transparencia en las instituciones dependientes de la Universidad de Salamanca como Colegios y Residencias Universitarias. Queremos saber quiénes las gestionan y por qué, cuánto cobran, etc. También pedimos que se regulen los precios de las mismas (reducción de los precios de las residencias públicas de la Universidad), así como de aquellos servicios gestionados por empresas privadas como comedores universitarios o servicios de serigrafía. Si seguimos apretando en estas cuestiones que no son para nada secundarias al alumnado, sólo conseguiremos expulsar de la Universidad a los hijos e hijas de trabajadores y trabajadoras.
En quinto lugar, pedimos la ampliación del horario de las bibliotecas, especialmente en el periodo de exámenes, teniendo en cuenta que se empiezan a preparar los exámenes al menos con un mes de antelación y que existen las recuperaciones. En todo este tiempo, sería conveniente que al menos una biblioteca permanezca abierta 24 horas y el resto amplíen sus horarios.
En sexto lugar pedimos que se continúe con la bolsa de becas para ayuda a la matrícula, comedor, transporte, etc. y que se aumente el número de becas para doctorandos. 15 ó 16 becas de doctorando no concuerdan con el discurso público del actual Rector, quien afirma que apuesta por la investigación. Si es cierto que nuestra Universidad tiene un saldo económico positivo, éste debe revertir en becas para ayudar a los alumnos y alumnas que más lo necesiten, así como a promocionar la investigación.
En séptimo lugar, os recordamos que los Cursos extraordinarios son, o deberían ser, una forma de complementar nuestra formación, no un método para recaudar fondos. Los precios actuales de los mismos son altísimos, por lo que consideramos que debe rebajarse la matrícula en ellos para que puedan atender a su verdadero fin, como formación complementaria de los miembros de la comunidad universitaria.
En octavo lugar consideramos que no debería ser necesario recordarlo, aunque nos vemos en la obligación de hacerlo: debe hacerse un uso inteligente de los sistemas de calefacción y aire acondicionado. El compromiso con el medio ambiente debe ser un valor fundamental.
En noveno lugar, consideramos que la Universidad no puede regirse en base a los criterios del mercado. Un mercado que prima el beneficio económico por encima de cualquier otro valor es simplemente incompatible con una institución como la Universidad. En la actualidad, en cambio, cuestiones como la reflexión, el conocimiento o la investigación (valores que deberían regir su espíritu) se están viendo sometidos a estos criterios de rentabilidad económica. Esto es sencillamente intolerable. El actual equipo rectoral o los que vengan se llevarán las manos a la cabeza y afirmarán tajantemente que esto no sucede, pero cuestiones como la desaparición del Grado de Geografía o el plan que ya planea en la Facultad de Geografía e Historia para crear un Grado conjunto de “Geografía, Historia e Historia del Arte” indican todo lo contrario. Estas medidas no solo relegan las Humanidades a un segundo plano, sino que además limitan las posibilidades de especialización e investigación en estos campos y destruyen puestos de trabajo. El equipo rectoral que salga elegido tiene en estas cuestiones un campo de batalla que se manifestará en los próximos cursos, así como la obligación moral de defender los valores que tradicionalmente se han ligado a la Universidad y los puestos de trabajo de los presentes y futuros trabajadores y trabajadoras de la USAL. En esta línea, desde el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA) suscribimos todas las propuestas que presenta la asociación INNOVA-precarios para mejorar las condiciones laborales del Personal de Investigación (PDI) de la USAL.
En décimo y último lugar, consideramos que una Universidad que no está al servicio de la sociedad que la mantiene, es una Universidad inútil. Durante todos estos años, hemos echado de menos el posicionamiento claro y sin ambigüedades del Rector y su equipo ante lo que desde el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA) hemos definido como una auténtica contra-revolución neoliberal, en la que los derechos que caracterizaban un precario Estado del bienestar están desapareciendo precipitadamente. Su silencio les hace cómplices de este ataque contra la clase trabajadora, por lo que proponemos que en los próximos años el equipo rectoral sea claro y tajante ante la defensa de cuestiones como la educación pública, pero no sólo eso, sino también ante la defensa de cuestiones como la sanidad pública, el empleo digno o el bienestar social.